La arbequina se caracteriza por una gran resistencia al frío, un vigor muy reducido y una baja resistencia a los suelos calcáreos. El tamaño de su fruto es el menor de las variedades cultivadas en España, entre uno y dos gramos.
En cuanto a su distribución, podemos encontrar plantaciones en las comunidades de Cataluña, Aragón y Andalucía en España, en la zona del Maule en Chile, La Rioja en Argentina, Minas Gerais en Brasil y recientemente en zonas de las sierras de Maldonado y Minas en Uruguay. Es la base de las modernas plantaciones intensivas ya que su escaso vigor permite una alta densidad de plantas.
Además de ser una de aceitunas de mesa, se utiliza para producir un aceite de oliva de gran calidad. En general, los aceites de oliva basados en este tipo de olivo son más mantecosos, con un acabado ligeramente picante.